Llegamos a Colonia como a las 7 de la mañana he hicimos algo muy propio del inter-rail, que es una comida patética y barata. En esta ocasión, con ese frío que pagaba a esa hora de la mañana, decidimos desayunar a la puerta de la catedral un nesquik con galletas de chocolate, comida equilibrada. Y claro está, rodeados de palomas.
Precioso, ¿verdad?
De camino al albergue vemos algo de Colonia y llegamos a la conclusión de que es una catedral y poco más. Al llegar nos dormimos una siesta muy española en el albergue, dormir 6 horas en el tren nocturno no es lo más recomendable para tu descanso. Nuestros pies claman un descanso merecido, para eso hemos venido a Köln.
Antes de acostarnos tuvimos una sorpresa inesperada en la cama de arriba en la litera de Ángel, las imágenes hablan por si solas.
En nuestro paseo vimos el río Rhin, por ejemplo
Por la tarde dimos una vuelta rapidica por la ciudad y después lo que sería una constante en Colonia: cervezas en el "bunquer" (la cocina del albergue) y free pasta.
Pues eso es lo que hicimos ese día. Un descanso sin dejar de andar un poco y bebiendo cerveza en el bunker.
Que frio que hacía por la mañana, y que buenos recuerdos de köln y su bunquer.
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