Día 4 - El día más estresante (25 de septiembre)

Sí, como el título indica, este fue uno de los días más estresantes del viaje, no quiero llamarle el peor porque aquí no hay días malos, un día malo es cualquiera de lunes a viernes en Murcia XD.

Todo empezó cuando nos fuimos de Göteborg (empezamos mal) de camino a la estación ya empezó a chispear por primera vez en el viaje, aunque la lluvia no fue el problema de este día, ya que la mayor parte del tiempo nos pilló en el tren. ¡El primer tren que cojimos! hasta ahora esto no parecía un interrail

Este tren nos llevó a nuestro siguiente destino: MALMÖ, también en Suecia. Que para cogerlo fuimos con el tiempo justo, algo que sería muy común a lo largo del viaje.

Una vez en Malmö, que vendría a ser como una Murcia sueca, nos tocó encontrar el albergue, cosa no muy sencilla como se puede ver en la imagen siguiente:

A pesar de la poca confianza que inspira esta foto, decir que encontramos el albergue. Lo encontramos concretamente a las 14.30 y adivinad, el albergue no abría sus puertas hasta las 16:00, ¿que bien no? Por lo que astutamente decidimos ir al centro comercial de al lado de esta guisa:

Como auténticos pobres y muertos de hambre señores, hay que decir que muertos de hambre si estábamos si no llega a ser por el alimento oficial del viaje: las barritas energéticas.

Pasando por alto la imagen que dimos en el centro comercial comiendo dentro, con el carro, unos sandwiches acompañados de su correspondiente plátano, cuando se hicieron las 4 fuimos al albergue a por nuestra habitación, donde surgió el primer escollo. Resultó que la reserva no estaba hecha para Septiembre, que es en la fecha en que nos encontramos, sino para Octubre, gracias al Señor y al Karma, que ya nos castigó bastante no hubo ningún problema en conseguir una habitación, que para nuestra sorpresa era bastante grande con 4 camas en la que solo estábamos nosotros 3.

Una vez "desembarcados" nos fuimos a Copenague, que por si no lo sabíais está a media hora en tren desde Malmö, ¿a que ahora no os parece tan mala elección?

Decir que viajar a Copenague sin una sola Corona danesa es una experiencia que hay que vivir...

Una vez en Dinamarca comenzó lo que se conocería como "el ritmo Copenhague" que básicamente consiste en andar a una velocidad que ríases usted de García Bragado.

Esta caminata tenía un objetivo que fué el de ver la famosa sirenita de Copenhague, que estaba a un paseico nada corto de la estación. En esta visita hay que hacer mención especial a mi primo Pablo, que arriesgo su integridad física y su dignidad, delante de cientos de japoneses para hacerse una foto al lado mismo de la estatua.

Bien, pues después de hacerse la correspondiente foto con la sirenita, tocó volver a la estación, al ya conocido como "ritmo Copenhague" ya que sino perdíamos el tren y decidme que carajo hacemos en Copenhague sin tren y sin Coronas ¿¿?? Increiblemente llegamos a tiempo, cosa que pagaron nuestros pies y nuestro físico, así llegamos afisiadicos con el frío que hacia.

Una vez de vuelta en Malmö, decidimos solucionar un pequeño problemilla surgido en la estación que fue la falta de reservas para un tren nocturno que debíamos coger al día siguiente hacia Berlín. Al no ser posible la reserva, buscamos un albergue para ampliar los días que permaneceríamos allí, haciendo uso de los grandes 7eleven. Fué un caos intentar encontrar un albergue, así que renunciamos a un día en Berlín y ampliamos a un día más nuestra estancia en Malmö e ir a Berlín ya el día siguiente.

Al llegar al albergue Ángel descubrió que una garrapata intentaba comerle la pierna, a lo que por supuesto puso solución. Aunque no la sintiese, en absoluto, Ángel pensó que necesitaría su pierna en un futuro.

Si quieres saber dónde nos llevó la pierna de Ángel, que muchas veces quisimos arrancar de cuajo al guía asesino, y muchas cosas más, no te pierdas la próxima entrada.