Día 1 - De España a Suecia (22 de septiembre)

El primer paso que hicimos fue el recoger el coche que alquilamos a través de "ATESA", empresa de "rent a car" situada en Juan Carlos I enfrente de la biblioteca.

Serían las 9 cuando llegamos al lugar en cuestión, y cuando digo "llegamos" me refiero a Ángel y yo, por su puesto Pablo llegó algo tarde lo que será justificado en el desarrollo de este blog XD. Primer golpe de fortuna del Karma, que para quien no lo conozca, le recomiendo que vea la serie que emite "la sexta" y la "FOX" llamada "Me llamo Earl". Digamos que en esta ocasión el Karma nos recompensó por un viaje bien planificado, ya que nosotros teníamos reservado un C2 para el viaje por unos 50 y algo más de euricos, un coche bastante chiquitajo y el Karma dijo "¡que demonios!" y nos recompensó con un C3 al mismo precio, ¡toma golpe de fortuna! Un viaje cómodo con dirección a Madrid, Barajas.

Del viaje en coche solo cabe destacar que lo hicimos en dos turnos, el primero que condujo fue Pablo y el segundo el que os escribe, con una parada intermedia en una zona de descanso que no recuerdo el nombre y que espero que mi primo os comente el nombre.

La llegada al aeropuerto fue sencilla con un error grave por nuestra parte: no darle de comer al bicho… Sólo decir que el impuesto por no dejar el depósito lleno fue un contratiempo monetario que gracias a nuestro rapiñeo en el viaje no fue nada grave.

Llegamos a nuestro destino que es la Terminal 1 del aeropuerto de Barajas, donde después de encontrar la puerta de embarque nos pusimos a disfrutar de las habilidades culinarias de nuestras madres almacenadas en un taperware.

En la Terminal empezamos con los líos, pues resulta que teníamos que embarcar en una puerta que, normalmente, está reservada para vuelos internacionales. Empiezan las dudas de si empezaremos el viaje en Goteborg o en Haití.

Para que salga el vuelo aún quedan horas, así que comenzamos la primera sesión de fotos por el aeropuerto.

Al final todo acaba bien y embarcamos por la puerta correcta y subimos a nuestro avión de Ryanair con una miaja de suecos y otra miaja de españoles.

Al llegar a Goteborg empieza lo bueno… Decir que llevábamos Coronas en los bolsillos, para quien no lo sepa la equivalencia de la corona sueca es más o menos 1€=10:-. El bus del aeropuerto a la ciudad nos costó 50 coronas y que ¡ay pájaros! nos dejó en la estación de autobuses sin saber qué carajo hacer para llegar al albergue, sin planos ni idea, solo sabíamos una cosa, teníamos que llegar a la calle Vegagatan 21, donde se encuentra “Slottsskogens Vandrarhen”.

Pero amigos, recordad que estamos en Suecia y no en España, así que el proceso fue el siguiente: Encontramos a un amable sueco, acompañado de su mujer empujando el carricoche y con muletas la pobre, estas personas se dirigían a un lugar completamente opuesto al que íbamos nosotros, pero el hombre nos dijo “Follow me” (en Europa todo el mundo habla inglés y en suecia son prácticamente bilingües), nosotros le followmeamos, nos subió al tranvía, una vez dentro resulta que el tranvía había que pagarlo con monedas sueltas o con un billete que se compra en los 7eleven (más adelante hablaremos sobre estos locales) y nosotros solo llevábamos billetes, pero no problem, nuestro amigo sueco nos pagó el billete con su bono de 10 viajes. Total que nos llevó al mismísimo albergue cogidicos de la mano y con la mujer lesionada detrás, querid@s, esto es un sueco.

Una vez en el albergue, nos esperábamos una habitación para un millón de personas aproximadamente (véase el sarcasmo), pues resultó que teníamos una habitación para los 3 con nuestro propio grifo donde pudimos hacer la colada y con nuestra propia tele y todo, que por cierto estaban dando el Barça-Sevilla, por supuesto no lo vimos y salimos a investigar, era tarde (el sueco medio se acuesta a las 10 de la noche) pero teníamos el horario español.

Visitamos un parque al lado del albergue, que no era parque, eso era un cachico de jungla en medio de la ciudad. Tenía su propia cascada y animales sueltos, pero no perros y gatos, nooooooo, que vimos un ciervo por ahí correteando que se nos quedó mirando y todo, lastima nuestra lentitud al sacar la cámara…

Aquí podeis observar la organización de los bichos del parque y el conocido como "carril bici común" algo que pocos en Murcia conoces y que en Göteborg no sabrían vivir sin él.

Pero el parque os lo daré a conocer en la próxima entrega del bloq, que espero que comentéis y lo visitéis a menudo, son 23 días de viaje a cual mejor, valoradlo vosotros.

Hasta la próxima entrada. Se admiten consejos constructivos